ARRIMADAS DESCARTA IR EN LISTAS DEL PP PARA EL 23-J TRAS EL FIN DE CIUDADANOS

Las elecciones del 28-M han terminado asestando el golpe de gracia a Ciudadanos. Tras una tensa y larga reunión en la sede del partido, la dirección nacional, encabezada por Adrián Vázquez, comunicó que no habría papeleta de los naranjas en las generales del 23-J. Por primera vez desde 2015, cuando Albert Rivera dio el salto a la política nacional, la formación no será una opción política en España. La decisión supone el agotamiento definitivo de la marca y el fin del proyecto, pero deja otra derivada: el futuro de decenas de cargos que podrían buscar cobijo en las próximas semanas en el PP. El foco se sitúa especialmente sobre Inés Arrimadas, la dirigente que pasó de azote del independentismo —lideró el triunfo en Cataluña en 2017— a la primera plana nacional, y que ahora se queda sin cobijo político.

En su entorno más cercano, descartan rotundamente que la expresidenta de la formación naranja vaya a incorporarse a las listas del PP para las próximas elecciones generales. El de su salto a las filas populares es un fantasma que siempre ha planeado sobre la figura de Arrimadas, y que ganó relevancia a partir de su decisión de mudarse a Jerez, su ciudad de cuna, por motivos personales. La decisión elevó las suspicacias internas y externas sobre la posibilidad de que la dirigente estuviese planeando encabezar la lista de los populares por Cádiz, una posibilidad que ella niega categóricamente.

Ciudadanos confirma su final y no se presentará a las elecciones generales del 23-J

Feijóo siempre se ha mostrado proclive a sumar a las filas del partido el "talento" de Ciudadanos. Pero Génova da por cerrado el proceso de absorción de los 1,6 millones de votos que apostaron por los liberales en las últimas elecciones generales. El valor de sus cargos ha caído en picado. Y el interés de seguir haciendo fichajes para trasladar la imagen de reunificación y alimentar la estrategia del voto útil, también. Eso no quita que el PP siga dispuesto a incorporar a exdirigentes de Ciudadanos, bien por afinidad personal o bien por capacidad de gestión, a un partido que en Génova insisten en definir como "transversal". La última incorporación de estas características ha sido la del economista Luis Garicano, que rompió su carné naranja hace solo unos meses.

En las filas populares, hay voces que siguen viendo positiva una posible incorporación de Arrimadas al equipo de Feijóo. Pero ella, insisten en su equipo, tiene cerrada esa puerta. Por el momento, según fuentes de ambas partes, no se ha producido contacto alguno entre los dos dirigentes. El futuro de Inés Arrimadas es, por lo tanto, una incógnita. El interés del PP en su perfil es mayor que el que tiene por otros dirigentes, como es el caso de Begoña Villacís, cuyo intento de salto a las filas del partido de Alberto Núñez Feijóo terminó frustrándose de la mano de Isabel Díaz Ayuso y generó malestar en Génova. "En política, no hay nada peor que ser irrelevante", sintetizaban en la dirección del PP.

El final de un partido: "Menuda hostia nos estamos dando"

Arrimadas defendió este martes ante la ejecutiva del partido que la opción más inteligente era no concurrir a las próximas elecciones generales. La dirigente pidió a la dirección hacer "un paréntesis" y dejar pasar el tren del 23-J para intentar un rearme en el futuro. Su opinión era compartida por otros importantes pesos del partido, pero su criterio era fundamental, porque Ciudadanos se quedaba sin el único perfil político capaz de enfrentar el desafío de las urnas. El sector proclive a esta postura, que al final fue el mayoritario, entendía que los liberales "no podían poner más palos en las ruedas al PP" para sacar a Sánchez de la Moncloa. El voto residual de Ciudadanos ha privado a los de Feijóo de conseguir mayorías contundentes en territorios clave el 28-M, mientras que ellos han desaparecido por completo del mapa autonómico.