LOS SOCIALISTAS NAVARROS ESCENIFICAN UNA BRONCA POLíTICA CON BILDU PARA PROTEGER A PEDRO SáNCHEZ

El Partido Socialista de Navarra (PSN) liderado por Santos Cerdán representó ayer su primer gesto de distanciamiento de EH Bildu, su aliado más fiel en la comunidad foral. Fue un órdago en Pamplona pero con el objetivo de Ferraz de que el pulso teatralizado con la izquierda abertzale se extienda por toda España. Tan sólo un día después de que Pedro Sánchez anunciara la convocatoria de las elecciones el 23 de Julio, el Partido Socialista de Navarra acusó a Joseba Asiron de «imponer» el euskera y la ikurriña cuando fue alcalde y le señaló por los incidentes callejeros contra cargos de UPN como el sufrido por el alcalde Enrique Maya en una procesión el 7 de julio, día de San Fermín.

El Partido Socialista de Navarra, dirigido por el diputado y secretario de Organización del PSOE Santos Cerdán, desató ayer contra EH Bildu su primera batería de descalificaciones para justificar que no votará a Joseba Asiron el próximo 17 de junio. La candidata a la Alcaldía y ya concejal electa Elma Sáiz fue la encargada de activar el fuego dialéctico contra Asiron tan sólo 24 horas después de que Pedro Sánchez anunciara el adelanto electoral al próximo 23 de Julio.

Sáiz se apoyó, en una comparecencia convocada de urgencia, en su compromiso electoral de no votar como alcaldes ni a Cristina Ibarrola (UPN) ni a Joseba Asiron (EH Bildu) para abrir la anunciada 'tercera vía', una imaginativa propuesta con la que el PSOE pretende escenificar su alejamiento de la coalición de Otegi.

El PSN aspira teóricamente a colocar a Elma Sáiz como alcaldesa de Pamplona pese a que fue la tercera candidata en las urnas con 5 concejales frente a los 9 de Ibarrola y los 8 logrados por la lista de Asiron. Pero Sáiz activó ayer una «propuesta» para sumar a Geroa Bai (2 ediles) y a Contigo Navarra (1 concejal).

«Somos la alternativa a la derecha y al independentismo», aseguró Sáiz que «paso a paso» aspira a presentarse con 8 apoyos el 17 de junio. Insuficientes para alcanzar la mayoría (14) salvo que EH Bildu acabe cediendo al menos 6 de sus 8 ediles. Saíz no tuvo en cuenta que horas antes el presidente del PNV Andoni Ortuzar había anunciado que los dos concejales de Geroa Bai -coalición de la que forma parte el PNV- apoyarán a Asiron.

La propuesta activada por el PSN recibió la inmediata respuesta de Joseba Asiron: «Las terceras vías ni están ni estarán encima de la mesa». El candidato de EH Bildu, sin embargo, obvió las razones esgrimidas por el PSN para vetarle como alcalde de Pamplona. Porque la socialista Elma Sáiz acusó al profesor de la ikastola (colegio concertado en el que solo se enseña en euskera) de haber practicado la «imposición» del euskera en las guarderías y en la plantilla municipal cuando fue alcalde entre 2015 y 2019. Además, Sáiz fundamentó su rechazo a apoyar a Asiron en la «imposición» de la ikurriña al colocarla junto a la bandera de Navarra en el balcón de la Casa Consistorial durante el lanzamiento del chupinazo el 7 de julio.

Por si fuera poco, la andanada de Sáiz contra su socio parlamentario en el Gobierno de Navarra incluyó salpicar a Asiron con las trifulcas cometidas por simpatizantes de la izquierda abertzale en la calle Curia durante los últimos sanfermines y hasta los altercados en el desalojo de un gaztetxe (espacio ocupado por jóvenes) en el Casco Viejo.

Si Sáiz mantiene su palabra y Asiron también lo hace, el 17 de junio el pleno del Ayuntamiento de Pamplona investirá como alcaldesa a Cristina Ibarrola (UPN), la candidata más votada por los ciudadanos. Hasta entonces, PSN y EH Bildu escenificarán una aparente bronca política mientras se congela la elección del presidente de Navarra.

En las urnas, Javier Esparza (UPN) fue el más votado y ayer -en un carrusel de comparecencias políticas de alto voltaje- reivindicó su legitimidad para abrir la ronda de contactos con el resto de partidos. Esparza constató que la decisión final del PSOE navarro se adoptara en Ferraz. «La campaña de las generales va a ir de esto», constató en su comparecencia. Y el «esto» en la respuesta de Esparza son los pactos de Pedro Sánchez con Bildu y su coste electoral en toda España. «Hay un clamor en sus propias filas [del PSOE] de que basta ya de acuerdos con Bildu», insistió Esparza que recordó la «indecencia» de Otegi por situar a 44 condenados por delitos vinculados a ETA como candidatos el 28-M.

Esparza exigió, además, a Pedro Sánchez que «por honradez» política aclare antes del 23-J si volverá a pactar con Otegi como ya hizo en 2019 que EH Bildu facilite la investidura de María Chivite tras las elecciones generales.

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