LAS JUGADORAS PASEAN SU REGULARIDAD POR MADRID

Madrid, 5 may (EFE).- La poca regularidad de las tenistas y la escasez de duelos entre las mejores son las dos etiquetas con los que cargan las jugadoras cuando se quiere justificar que sus condiciones -horarios, pistas, premios, publicidad- no sean las mismas que las de sus compañeros. Pero el torneo de Madrid y su excelente final dieron al traste con cualquier estereotipo en esa dirección.

"¿Quién dice ahora que el tenis femenino es aburrido?", preguntó Iga Swiatek tras ganar el título en la Caja Mágica después de tres horas largas de partido.

Por segundo año consecutivo, y por primera vez en la temporada, las números uno y dos del mundo, la jugadora polaca y la bielorrusa Aryna Sabalenka, se enfrentaron en la final de Madrid.

Al contrario que el año pasado, ganó Swiatek, en un partido decidido en el desempate del tercer set. Sumó así su vigésimo título, el tercero de la temporada, los mismos que tienen este año el italiano Jannik Sinner en el circuito masculino y la kazaja Elena Rybakina en el femenino. Nadie supera esa cifra.

El duelo Swiatek-Sabalenka fue uno de los más intensos de los últimos años en el planeta tenis. Las mejores del mundo, frente a frente, en un choque decidido por 7-5, 4-6 y 7-6 (9).

Ese partido de máxima rivalidad tiene ya diez ediciones, las mismas que el duelo Swiatek-Coco Gauff, ambos con aspecto de ofrecer en el futuro muchos capítulos más. Las protagonistas tienen solo 22 años (la polaca), 26 (la bielorrusa) y 20 (la estadounidense).

Con el título de Madrid, Swiatek ya cuenta al menos con una victoria en todos los grandes torneos de tierra: dos veces ha ganado en Stuttgart, dos en Roma, una en Madrid y tres en Roland Garros. Aunque la arcilla es sin duda su superficie favorita, también tiene un Gran Slam en pista rápida, el Abierto de Estados Unidos, y ha sido semifinalista en Australia y cuartofinalista en Wimbledon.

El lunes empezará la semana número 102 de la polaca como número uno del mundo. Ya son más semanas que icónicos jugadores retirados de ambos sexos como André Agassi (101), Stefan Edberg (72) o Lindsay Davenport (98), o en activo, como Andy Murray (41), Carlos Alcaraz (36) o Naomi Osaka (25).

Más allá de la final, tres de la cuatro mejores jugadoras del mundo, las dos finalistas y la kazaja Elena Rybakina, llegaron a las semifinales en Madrid. Solo faltó Coco Gauff, eliminada en octavos.

Esos octavos de final contaron con ocho de las diez primeras cabezas de serie: nunca en la historia del torneo se había registrado un número tan alto de favoritas a esas alturas del cuadro.

Las jugadoras mantuvieron en lo más alto el interés por un torneo que en el cuadro masculino acusó renuncias (Novak Djokovic), retiradas (Jannik Sinner, Daniil Medvedev...) y derrotas prematuras (Carlos Alcaraz, Rafael Nadal).

Iga Swiatek reflexionó tras la final sobre el atractivo del tenis femenino y pidió dejar de lado las comparaciones con el masculino.

"Obviamente, si tuviéramos que jugar contra un hombre perderíamos. No se trata de eso. Se trata de cómo dos jugadoras se enfrentan entre sí. Podemos jugar grandes partidos", dijo

"Soy la número uno, pero veo a estas chicas en el top 10 que pueden ofrecer batallas muy intensas.", añadió. "Se trata de las emociones que despierta en la gente y de lo que te da el tenis femenino cuando lo ves".

"La gente puede sacar mucho de verlo", insistió. "Puede ser interesante y muy emotivo".

La siguiente oportunidad para disfrutarlo llegará en apenas unos dos días, en Roma, donde el martes empezará un nuevo torneo de categoría 1.000 y de dos semanas. Está prevista la participación de 18 de las 20 mejores del mundo.

Natalia Arriaga

(c) Agencia EFE

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